Qué me importan los signos de la noche
y la raíz del eco funerario que tengan en mi pecho
Qué me importa el enigma luminoso, los emblemas que alumbran el azar
Y esas islas que viajan por el caos con destino a tus ojos
Qué me importa ese miedo de flor en el vacío
Qué me importa el nombre de la nada, ni del azar que representa
El nombre del desierto infinito
O de la voluntad
Te hablan por mí las piedras aporreadas
Te hablan por mí las olas de pájaros sin cielo
Te habla por mí el color de los paisajes sin viento
Te habla por mí el rebaño de ovejas taciturnas
Dormido en tu memoria
Te habla por mí el arroyo descubierto, la hierba sobreviviente atada a la aventura
Aventura de luz y sangre de horizonte
Sin más abrigo de una flor que se apaga
Si hay un poco de viento
Eres más hermosa que la golondrina atravesada por el viento
Que un faro en la neblina buscando a quien salvar
Con la cabeza levantada y todo el cabello al viento
Cabellos donde el sol va a buscar sus mejores sueños
Con tus ojos que evocan un piano de aromas
Una bebida de paroxismos
Una flor que está dejando de perfurmar
¿Qué sería del universo si tú no estuvieras?
Un comenta sin manto
Muriéndose de frío
Si tú no estuvieras,
Las estrellas, a pesar de su lámpara encendida
Perderían el camino
¿Qué sería del universo si tú no estuvieras?
Un comenta sin manto
Muriéndose de frío
Si tú no estuvieras,
Las estrellas, a pesar de su lámpara encendida
Perderían el camino